“Vocación y negocio”: así definió el actor Hugh Jackman su emprendimiento cafetero. El hombre que pone el cuerpo (¡y las garras!) a Wolverine dijo que los australianos son “muy arrogantes” con respecto al café y que por eso se propone fundar un imperio de calidad. Sus ambiciones se vieron reflejadas en el documental Dukale’s Dream, donde se puede observar a Jackman viajando a Etiopía, donde tuvo una epifanía cafetera que lo impulsó a desarrollar su propia marca. Su café se llama Jackman’s Laughing Man, ya tiene dos locales propios y está disponible en las cápsulas Keurig Green Mountain. Reconocido como un auténtico “coffee snob”, Jackman se suma a la legión de famosos que quieren surfear la tercera ola del café.
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