Un tesoro escondido en los restos del café

Hasta la última gota: así se puede aprovechar el café. Ahora se descubrió que los posos que deja el café en su preparación son una fuente rica en antioxidantes, según una investigación publicada en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry y liderada por la doctora María Paz de la Peña, de la muy ibérica Universidad de Navarra. Los expertos consideran que estos desechos no sólo sirven como “alimento para las plantas, repelente de insectos u otros usos caseros”. Podrían ser un recurso valioso para la producción de suplementos dietéticos. Cada año se generan “cerca de 20 millones de toneladas de café usado en el mundo debido al consumo que se hace de esta bebida”, dijo la doctora De la Peña. De ellos, la mayoría termina en la basura, “aunque algunas cantidades encuentran un uso comercial como fertilizante agrícola“. El trabajo evidencia que en esta suciedad remanente en las cafeteras y en los filtros hay más antioxidantes que en los propios granos de café. Por eso, las cafeteras de los hogares y cocinas comerciales “son propensos a ser buenas fuentes de antioxidantes y otras sustancias útiles”.