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El café, una bosta

Black Ivory Coffee
El último grito de la moda cafetera es una auténtica bosta: de elefante, ni más ni menos. Diez años le llevó al canadiense Blake Dinkin encontrar la fórmula mágica de su hoy afamado café, el Black Ivory Coffee. Una taza cuesta más de 70 dólares en la cafetería de un hotel de lujo. Y su sabor es único, tanto que desbancó al mítico Kopi Luwak que se cultiva en Indonesia. Dinkin lo hace en Tailandia, en el enclave de Chiang Saen, que hace frontera con Birmania y Laos. Y su secreto es haber encontrado el horno perfecto: el estómago de elefantes. Los granos se recogen de sus excrementos. La producción no es muy grande (para generar un kilo de café se necesita que los elefantes ingieran 33 kilos) y eso lo hace más exclusivo: el año pasado, el Black Ivory Coffee produjo sólo 150 kilos. Aunque era conocido desde hace unos meses, ahora ganó status internacional porque empezó a ofrecerse en los hoteles más exclusivos del mundo. Y así se generó la burbuja del nuevo oro negro.

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.